El cáncer de próstata es una de las formas más comunes de cáncer en hombres. A medida que avanza, podemos encontrar distintas complicaciones del cáncer de próstata que afectan no solo a esta parte del cuerpo, sino a otras a las que puede extenderse. Entenderlo es crucial para un buen manejo y tratamiento de esta enfermedad.
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¿Cómo saber si el cáncer de próstata se ha extendido?
Para saber si el cáncer de próstata se ha extendido deben tenerse en cuenta la aparición de nuevos síntomas. Estos pueden incluir dolor en los huesos, columna, caderas o costillas, sobre todo. También puede haber debilidad o entumecimiento en las piernas o los pies, lo cual puede indicar que el cáncer se ha diseminado a la médula espinal.
También se utilizan las pruebas de imagen, que proporcionan detalles acerca del interior del cuerpo, y análisis de sangre, que pueden monitorizarse para evaluar la extensión de la enfermedad. Además, se puede realizar una biopsia para confirmar la extensión del cáncer y proporcionar información precisa sobre su naturaleza.
Complicaciones del cáncer de próstata
El cáncer de próstata puede llevar a una variedad de complicaciones, tanto por la enfermedad en sí como por los tratamientos. Estas pueden variar en gravedad y afectar diferentes aspectos de la vida del paciente:
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es una complicación común del cáncer de próstata y sus tratamientos. La cirugía, la radioterapia y la terapia hormonal pueden afectar los nervios y los vasos sanguíneos que son esenciales para lograr y mantener una erección.
Incontinencia urinaria
Es otra complicación frecuente, sobre todo tras la cirugía de extirpación de la próstata. La capacidad de controlar la micción se puede ver afectada, algo que conlleva fugas involuntarias de orina. La fisioterapia, los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y, en algunos casos, la cirugía, pueden contribuir a la mejora de este problema.
Dolor
Esta es una complicación significativa, sobre todo, si el cáncer se ha extendido a los huesos. Puede ser crónico y debilitante, lo que afecta la calidad de vida del paciente. Los analgésicos, la radioterapia dirigida a las áreas dolorosas y otras terapias paliativas pueden ser necesarios para manejar el dolor de manera efectiva
Fracturas óseas
Las metástasis óseas pueden debilitar los huesos, haciéndolos más susceptibles a fracturas. Las fracturas patológicas pueden ocurrir incluso con mínimos traumas. Para prevenir y tratarlas, se usan medicamentos que fortalezcan los huesos y procedimientos quirúrgicos para estabilizarlos.
Compresión de la médula espinal
Cuando el cáncer de próstata se extiende a la columna vertebral, puede causar la compresión de la médula espinal, lo que es una condición médica de emergencia. Esto puede resultar en dolor severo, debilidad, parálisis y pérdida de control de la vejiga o los intestinos.
Problemas intestinales
La radioterapia para el cáncer de próstata puede ocasionar complicaciones gastrointestinales, como diarrea, inflamación del recto y sangrado rectal. Estos síntomas pueden ser temporales o persistir a largo plazo, requiriendo tratamientos específicos para aliviar las molestias.
Fatiga
Puede ser causada por la enfermedad misma, los tratamientos, la anemia, el dolor y los problemas para dormir. La gestión de la fatiga implica un enfoque multifacético, incluyendo la mejora del sueño, la actividad física moderada y el manejo del estrés.
Impacto psicológico
El diagnóstico y el tratamiento del cáncer de próstata pueden tener un impacto significativo en la salud mental del paciente. La ansiedad, la depresión y el estrés son comunes, y pueden abordarse a través de la terapia cognitivo-conductual o grupos de apoyo, por ejemplo.
Problemas cardiovasculares
La terapia hormonal puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares. Por ello, es importante que los pacientes reciban un seguimiento adecuado y manejen los factores de riesgo durante y después del tratamiento, a fin de evitar la aparición de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Complicaciones renales
El cáncer de próstata avanzado puede obstruir la salida de la orina, llevando a complicaciones renales. En casos severos, esto puede resultar en insuficiencia renal. Los tratamientos pueden incluir la colocación de catéteres, la derivación urinaria o la cirugía para aliviar la obstrucción.
Linfedema
La extirpación de ganglios linfáticos durante la cirugía de cáncer de próstata puede resultar en linfedema, una condición en la que se acumula líquido linfático en los tejidos, causando hinchazón.
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