La manera en que aprendemos a relacionarnos con otras personas, a elegir pareja, a tomar decisiones y a resolver conflictos está muy relacionada con los tipos de apego que desarrollamos en la infancia con nuestros padres. Tanto influye en nosotros el apego en la infancia que puede determinar nuestra personalidad y carácter para el resto de nuestra vida. Por ello, hoy hablaremos de qué es el apego, cuántos tipos hay y su importancia. Así que, sigue leyendo o aprende más del tema con nuestra Maestría en Psicología Infantil.

¿Qué es el apego infantil?

El apego es un vínculo emocional que surge desde las primeras etapas de la vida entra la madre y el bebé o la persona responsable de cuidarlo. Su objetivo es garantizar la protección, el desarrollo psicológico y la creación de la personalidad del infante.

El apego se establece durante los tres primeros meses de vida. Esto permite crear un modelo inconsciente interno de relaciones afectivas que puede cambiar por experiencias posteriores. Esto quiere decir que mientras los niños crecen se empiezan a dar cuenta de ciertas cosas que puede ir modificando su confianza.

Por dicha razón, el apego se compone de la relación de pertenencia, la unión afectiva que proporciona bienestar y las conductas que se mantienen para tener un contacto privilegiado.

¿Qué representa el apego en la infancia?

El apego es una necesidad primaria. Malcriar a un niño representa criarlo con poco respeto, poco cariño, pocos abrazos. Se dice que la idea de malcriarlo por hacerle mucho caso, jugar mucho con él, abrazarlo mucho y consolarle cuando llora es falsa. El niño necesita de una persona adulta que le cuide para llegar a ser alguien. Esto permite que el cerebro del bebé se vaya desarrollando tal y como debe, gracias a las dinámicas sociales con las que empieza a interactuar.

Las situaciones de la vida que no permiten el apego dan pie a mecanismo de defensa, un fallo en la función reflexiva del cerebro. El buen trato hace que la función del cerebro se configure correctamente. Un bebé sin apego se desconecta emocionalmente.

Tipos de apego en la infancia

Según el tipo de educación y crianza que reciba cada niño o niña en sus primeras etapas, influirá en el desarrollo de los tipos de apego que puedan surgir. A continuación, te explicamos en qué consisten cada uno de ellos y cómo se manifiestan en niños y adultos.

Apego seguro

Con un apego seguro, el padre o la madre es capaz de atender adecuadamente las señales emocionales del niño. Así, el niño entiende bien los sentimientos y los puede regular; busca el contacto, tiene expectativas positivas y muestra empatía.

Un niño con apego seguro es reconfortado por las figuras de apego y crece siendo una persona socialmente competente y muestra ansiedad normal en separaciones.

Apego ansioso

Un niño con apego ansioso no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad, de que a veces sus cuidadores están o no están. Esto es provocado por la inconsistencia en las conductas de cuidado y seguridad de parte de los cuidadores.

Las emociones frecuentes en estos tipos de apego son el miedo, la angustia y la intranquilidad cuando el cuidador viene. Los menores necesitan la aprobación constante de sus cuidadores y vigilan que no les abandonen.

De adultos, el apego ansioso genera una sensación de temor a que su pareja no los ame realmente. Les resulta difícil interaccionar de la manera que les gustaría con las personas. Y de aquí surge la dependencia emocional.

Tipos de apego de evitación

Los padres de niños con apego evitativo son intolerantes con ellos y piensan que todo lo que hace el niño está mal. Hay continuas conductas de cólera y rechazo.

El niño tiene poca o nula ansiedad por la separación; evita los rechazos y castigos; el niño nota que no se le quiere; son menos cooperativos y más agresivos.

Apego desorganizado-ansioso

Surge cuando hay padres que maltratan física y psicológicamente al niño, manipulan a su hijo. El pequeño está desorientado y se acerca a la figura de apego con evitación de mirada. No tienen motivación por alcanzar metas determinadas, por miedo y angustia, y temen a su cuidador. Son más probables a tener problemas de conducta y de agresividad.

Con esto podemos concluir que el apego no se mantiene en la misma medida en todas las personas conforme el desarrollo evoluciona. Además, la conducta de las personas se ve modificada por la conducta del otro. Si alguien tiene apego inseguro en la infancia puede aprender de los comportamientos de apego seguro de su pareja, amigos o compañeros psicológicamente sanos.

En cualquier caso, lo importante es crear estrategias de seguridad afectiva saludable con las herramientas que vayamos adquiriendo en la vida.