El acoso sexual puede darse en la calle, pero también hay muchas personas que lo sufren en el ámbito laboral o en su propia casa. Este acto es un delito que está penado por ley, por lo que es importante conocer los tipos que existen para denunciarlos si en algún momento lo presenciamos o sufrimos. Ahora bien, si quieres aprender más de este tema tan importante, consulta nuestra Maestría en Igualdad de Género y en Prevención de la Violencia de Género y desarróllate en esta área que requiere expertos. ¡Échale un vistazo!

¿Qué es el acoso sexual?

Los casos de acoso sexual pueden producirse de varias maneras (física, psicológica, verbal, no verbal o conductual) y en distintos ámbitos, aunque el más repetido es en el entorno laboral. Cuando un individuo hace insinuaciones sexuales no deseadas en las que la persona se siente humillada, intimidada u ofendida, está cometiendo un acto de acoso sexual. Generalmente, el acoso se produce cuando una persona, autoritaria o demandante, persigue, molesta y tiene un comportamiento insistente hacia alguien vulnerable.

No todos los actos de este tipo requieren violencia física, pues hay algunos que pueden causar el mismo daño e incluso mayor de manera psicológica. Existen maneras más sutiles de violencia en las que el acosador actúa a largo plazo. Por ejemplo, hacer “bromas” sexuales, piropear repetidamente, invitar con insistencia a una salida, coaccionar a hacer algo que no se desea, entre otras cosas. Por otro lado, hay incidentes más graves en los que se implica el contacto físico, como acariciar a alguien de manera inapropiada.

¿Cuáles son los tipos de acoso sexuales?

Existen 3 tipos agravados de acoso sexual que se diferencian en algunos aspectos. Vamos a detallar en qué consisten cada uno de estos tipos de acoso para que puedas distinguirlo y denunciarlos en todo caso.

  • Acoso sexual con prevalimiento: al hablar de prevalimiento nos referimos a una clara condición ventajosa por parte del acosador para llevar a cabo fácilmente la acción. Por consiguiente, se trata de una situación en la que el autor se aprovecha de contar con una posición de prestigio o superioridad para acosar a la víctima.
  • Anuncio expreso o tácito de un mal a la víctima: igual que el anterior, se produce por una persona de superior jerarquía que chantajea sexualmente a la víctima de forma explícita. El chantaje explícito o directo se produce cuando se propone o solicita un favor sexual, o cuando directamente se realiza un requerimiento sexual.
  • Subtipo agravado: en este caso, el acosador está dirigiéndose a una persona que es especialmente vulnerable, ya sea por motivos de enfermedad, edad u otra situación en la que se encuentre. Esta situación hace que el acto delictivo sea más fácil y el autor se aprovecha de ello para hacerlo.

Características del acosador y comportamiento habitual

¿Distinguirías el comportamiento de un acosador sexual? En este apartado, vamos a enumerar algunas de las conductas más repetidas en los casos de acoso sexual y las características que presenta un acosador.

  • El acosador se acerca al acosado/a e intenta ganarse su confianza.
  • El acosador no tiene que ser del sexo opuesto.
  • Envía señales a partir de su forma de comportarse y expresarse, como con miradas insinuantes.
  • Usa términos sexuales que no desea la otra persona.
  • Suele amenazar a la víctima con cometer alguna represalia si no obedece.
  • Pregunta sobre la vida sexual de la otra persona y sus preferencias sexuales.
  • Hace comentarios sexuales sobre su cuerpo.
  • Sigue a la persona y la intimida para producirle miedo.
  • Puede llegar al extremo y emplear la fuerza física para agredir, abusar y violar a la víctima.

A pesar de todo lo mencionado en la lista, hay muchos otros aspectos que pueden ayudarte a reconocer a un acosador y actuar de inmediato para que no vaya a más. Y es que, el acoso sexual es un delito, ya que viola los derechos humanos, civiles, laborales y sexuales de las personas. Además, las víctimas de estos hechos sufren serias consecuencias, las cuales vamos a conocer a continuación.

¿Quién puede ser objeto de acoso sexual?

Tanto hombres como mujeres son objeto de acoso de manera sexual, sin embargo, los estudios resaltan que la mayoría son mujeres. Diversas investigaciones muestran que el tipo de mujer más vulnerable al acoso sexual es la mujer joven, económicamente dependiente, soltera o divorciada y con estatus de inmigrante.

En cuanto a los hombres, aquellos que sufren un mayor acoso son los jóvenes, homosexuales y miembros de minorías étnicas o raciales.

Consecuencias del acoso sexual

Hay una serie de secuelas físicas y psicológicas que padecen las personas que han sido o son víctimas del acoso sexual. Es importante conocerlas para detectarlas pronto y visitar a un especialista que pueda prestar la ayuda necesaria. Algunas de estas consecuencias son:

  • Problemas para mantener la comunicación con los demás y relacionarse. Esto se debe a la falta de confianza que ha generado la situación de acoso.
  • Dudas sobre qué hacer y sentimientos de culpabilidad.
  • Miedo de salir al exterior.
  • Depresión y ansiedad.
  • Insomnio, pues a la hora de dormir se producen pesadillas y el miedo aumenta.
  • Físicamente, el cuerpo puede responder con náuseas como reflejo de la salud mental. Asimismo, es frecuente padecer dolores de cabeza y estómago.
  • El rendimiento en los estudios o el trabajo disminuye debido a una menor productividad por estrés, ausentismo, etc.
  • No disfrutar el contacto con los demás.

Consejos para salir del acoso sexual

El camino que hay que recorrer para que el acoso disminuya es largo. Aunque se está trabajando en ello, estas situaciones siguen produciéndose y, en muchos de los casos, la víctima no sabe cómo actuar o tiene miedo de hacerlo. Así pues, vamos a proporcionar algunas pautas útiles con las que poner freno al acoso sexual:

  1. Rodéate de personas en las que confíes y cuéntale lo que está ocurriendo a alguien cercano.
  2. Procura no quedarte a solas con el acosador/a.
  3. Si desconfías de alguien, haz caso a tus emociones y apártate de esa persona.
  4. Acude a organizaciones o grupos de apoyo especializados.
  5. Denuncia a tu acosador con las autoridades.
  6. Si no eres tú la víctima pero alguien te cuenta un acto de acoso que le ha sucedido, escúchale, ayúdala a denunciar y no le cuestiones.